Valor en riesgo (VaR) | Explicación y cálculo

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El valor en riesgo (VaR) es una métrica financiera que evalúa el riesgo de una inversión, cartera o entidad, como un fondo de inversión o una empresa. El VaR es una estadística que cuantifica la magnitud de las pérdidas financieras potenciales que pueden producirse en un periodo de tiempo determinado. Esta medida es sencilla de entender, se aplica a todo tipo de activos y es una medida ampliamente aceptada del riesgo que conlleva comprar, vender o recomendar activos.

Bolsas de riesgo y rendimiento en una escala básica en la misma posición sobre una mesa de madera. Concepto de gestión del riesgo, describe a los inversores que utilizan una relación riesgo-rendimiento para comparar el rendimiento esperado de una inversión.

¿Qué es el valor en riesgo (VaR)?

VaR significa Valor en Riesgo y es un método para cuantificar el riesgo de pérdida potencial de una empresa, cartera o inversión. El VaR se utiliza a menudo para determinar la magnitud y la probabilidad de pérdidas potenciales en una cartera determinada. Los gestores utilizan el VaR para medir y controlar el riesgo global. Cuando está disponible, los inversores también pueden utilizarla para fundamentar sus decisiones de inversión.

La medida más popular y tradicional del riesgo en el comercio de valores es la volatilidad. Sin embargo, el principal problema de la volatilidad es que no se ajusta a la dirección del movimiento de una inversión. Para los inversores, se trata de la probabilidad de perder dinero: esa es la premisa en la que se basa el VaR. Para los inversores o gestores preocupados por la probabilidad de incurrir en una pérdida significativa, el VaR proporciona información sobre el peor escenario de una inversión.

La modelización del VaR determina la pérdida potencial de la entidad calificada y la probabilidad de que se produzca la pérdida especificada. Se mide evaluando la magnitud de la pérdida potencial, la probabilidad de que se produzca y el plazo.

Quién utiliza el Valor en Riesgo

El Valor en Riesgo es utilizado habitualmente por las instituciones para determinar la magnitud y la probabilidad de pérdidas en sus carteras institucionales, incluso por

  • Bancos de inversión y comerciales
  • Fondos de cobertura
  • Fondos de inversión abiertos
  • brokers de bolsa

Los bancos de inversión aplican modelos VaR a nivel de empresa porque los segmentos de negociación independientes pueden exponer inadvertidamente a la empresa a activos altamente correlacionados, aumentando así involuntariamente el riesgo de la empresa.

Importante: El VaR es un método para calcular las pérdidas potenciales de una empresa o inversión. Este cálculo lo utilizan muchas instituciones diferentes para cubrirse contra los peores escenarios.

¿Cuándo se utiliza el valor en riesgo?

El valor en riesgo suele ser utilizado por las empresas que realizan diversas inversiones de riesgo como medio de seguimiento y control del riesgo global de la empresa. El VaR se suele utilizar para evaluar el riesgo a nivel de empresa y no el riesgo de una inversión concreta. Las empresas lo utilizan para predecir el alcance de futuras pérdidas o situaciones extremas a las que pueden estar expuestas sus carteras (o las de sus clientes).

Muchas empresas utilizan el VaR para determinar la cantidad de garantía que necesita un cliente para un préstamo de margen cuando negocia instrumentos financieros. Las empresas de compra, como los fondos de cobertura, utilizan el VaR para determinar si la asignación de una cartera supera su tolerancia al riesgo o su mandato de inversión.

La utilización de una medida de VaR a nivel de empresa permite determinar los riesgos globales de las posiciones de las distintas oficinas o departamentos de negociación de la entidad.

Apunte: Los datos que proporciona la modelización del VaR permiten a las instituciones financieras determinar si tienen suficientes reservas de capital para cubrir las pérdidas o si los riesgos superiores a los aceptables requieren una reducción de las carteras concentradas.

Cómo se calcula el valor en riesgo

Hay tres métodos principales para calcular el VaR: el método histórico, el método de la varianza-covarianza y la simulación de Montecarlo. Cada uno de ellos tiene sus propios supuestos y cálculos, así como ventajas y desventajas en términos de complejidad, velocidad de cálculo, aplicabilidad a instrumentos financieros específicos y otros factores.

1. método histórico

El método histórico es el más sencillo para calcular el valor en riesgo. Este método simplemente reordena los rendimientos históricos reales en orden de peor a mejor. Luego asume que la historia se repite en términos de riesgo.

Por ejemplo, supongamos que una empresa de inversión quiere calcular el 95% del VaR de 1 día para las acciones a partir de 100 días de datos. El percentil 95 es el mejor día entre el 5% de los peores rendimientos. Como en este caso se utilizan 100 días de datos, el VaR es simplemente el quinto peor día.

Otro ejemplo de VaR histórico puede ser el siguiente: Si un rendimiento negativo del 5% es solo el 3% del rendimiento total, hay un 97% de posibilidades de que la pérdida diaria no supere el 5%.

Una ventaja del método histórico es que su cálculo es extremadamente sencillo. Es fácil de explicar incluso a personas que no son profesionales del riesgo.

Una desventaja de este método es que es lento para reaccionar a los cambios en el entorno del mercado.

2. método de la varianza-covarianza

En lugar de suponer que el pasado influye en el futuro, este método supone que los beneficios y las pérdidas se distribuyen uniformemente. Así, las pérdidas potenciales pueden formularse como eventos de desviación estándar de la media. También se conoce como método paramétrico y es el más adecuado para los problemas de medición de riesgos en los que las distribuciones son conocidas y pueden estimarse de forma fiable.

La rentabilidad estimada (o media) y la desviación típica pueden combinarse para obtener una curva de distribución normal. Al igual que el método histórico, el método de la varianza-covarianza calcula la probabilidad de que se produzca un retorno y utiliza estos datos para crear un gráfico de distribución normal.

La ventaja de una curva de distribución normal es que ofrece una imagen clara del rendimiento más probable de una inversión. Una vez formada la curva de distribución normal, es bastante fácil determinar la probabilidad de que se produzca un rendimiento concreto.

El inconveniente de este método es que la distribución normal puede no ser realista. Los factores ajenos al mercado pueden aumentar la volatilidad de los precios, de modo que la curva de distribución normal ya no refleja las condiciones reales del mercado.

3. Simulación Monte Carlo

Este método consiste en desarrollar un modelo de rentabilidad futura de las acciones y realizar numerosas simulaciones hipotéticas con este modelo. En general, las simulaciones de Montecarlo se utilizan para modelar la probabilidad de diferentes resultados en un proceso que no puede predecirse fácilmente debido a la intervención de variables aleatorias.

En el método de Montecarlo, el valor en riesgo se calcula generando aleatoriamente una serie de escenarios para los tipos de interés futuros, utilizando modelos de valoración no lineales para estimar el cambio de valor de cada escenario, y calculando después el VaR basado en las pérdidas del peor caso.

El método de Montecarlo es adecuado para muchos problemas de medición de riesgos, especialmente cuando intervienen factores complejos. Esta técnica utiliza modelos informáticos para simular los rendimientos previstos durante cientos o miles de iteraciones posibles. A continuación, calcula la probabilidad de que se produzca una pérdida y muestra el impacto.

Ventajas: De los tres métodos, las simulaciones de Montecarlo suelen considerarse las más flexibles.

Desventaja: La velocidad. A medida que el modelado por ordenador se hace más y más rápido, la velocidad se convierte en un factor menos importante. Sin embargo, en algunos casos, una mesa de operaciones que necesita datos de riesgo en tiempo real puede descartar las complejas simulaciones de Montecarlo porque llevan demasiado tiempo.

Los límites del VaR

Aunque se utiliza ampliamente en muchas instituciones financieras, la evaluación del riesgo mediante el VaR tiene algunos inconvenientes.

1. No existe un protocolo estadístico estandarizado.

No existe un protocolo estandarizado para los datos estadísticos utilizados para determinar el riesgo de los activos, las carteras o toda la empresa. Esta subjetividad puede conducir a lagunas potencialmente peligrosas en los conjuntos de datos utilizados para calcular el VaR.

Por ejemplo, las estadísticas extraídas al azar de un periodo de baja volatilidad pueden subestimar el potencial de riesgo y la magnitud de estos acontecimientos. Calcular el VaR de una cartera requiere calcular no solo el riesgo y la rentabilidad de cada activo, sino también las correlaciones entre ellos. Cuanto mayor sea el número o la diversidad de activos de una cartera, más difícil será calcular el VaR.

2. los diferentes enfoques conducen a resultados diferentes

Diferentes enfoques y métodos para calcular el VaR pueden llevar a resultados diferentes para la misma cartera. Estos enfoques también requieren que se hagan ciertas suposiciones que se utilizan en el cálculo del VaR. Si los supuestos son erróneos, esto puede distorsionar los resultados del cálculo del VaR.

3. los cisnes negros a menudo no se tienen en cuenta

El riesgo puede seguir infravalorándose si se utilizan las probabilidades de la distribución normal, que rara vez tienen en cuenta los sucesos extremos o raros del cisne negro. El cálculo del VaR con o sin eventos de cisne negro podría llevar a supuestos de riesgo inesperados.

Por ejemplo, la crisis financiera de 2008, que puso de manifiesto estos problemas cuando los cálculos del VaR eran relativamente benignos, incluía la posible aparición de eventos de riesgo que ponían en peligro las carteras de hipotecas de alto riesgo. También se subestimó la magnitud del riesgo, lo que llevó a niveles extremos de apalancamiento en las carteras de hipotecas subprime. Como resultado, estas subestimaciones de la ocurrencia y la magnitud del riesgo hicieron que las instituciones no pudieran absorber miles de millones de euros en pérdidas cuando los valores de las hipotecas subprime se desplomaron.

Apunte: Los puntos débiles del VaR son: la falta de un protocolo estandarizado para las estadísticas utilizadas en los cálculos del VaR, la potencial subestimación del riesgo de los periodos de baja volatilidad y la falta de protección contra los «ciclos negros».

Conclusión

El valor en riesgo es una métrica financiera muy utilizada que evalúa el riesgo de una inversión o negocio. Muchas instituciones financieras utilizan esta métrica para evaluar el riesgo global de sus propias carteras (o de las carteras de sus clientes). Hay muchos métodos para calcular el VaR, pero esta apertura en el cálculo del VaR puede llevar a una falta de cálculo del riesgo cuando se trata de periodos de baja volatilidad o «cisnes negros».

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